Cuatro días después, a los diputados de Morena y sus aliados en el Congreso de la Ciudad de México no les quedó de otra que darle trámite y aprobar la licencia del alcalde de la Benito Juárez, Santiago Taboada. FOTO: X / Taboada
Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
Cuatro días después, a los diputados de Morena y sus aliados en el Congreso de la Ciudad de México no les quedó de otra que darle trámite y aprobar la licencia del alcalde de la Benito Juárez, Santiago Taboada. Tan fácil que era y hubieran evitado de nueva cuenta ser exhibidos. Pero no. Tal parece que los domina el hígado, actúan sin estrategia, con ocurrencias, sólo motivados por tratar de sacar de la contienda a su principal competidor.
Acaso en Morena piensan que bajar a Taboada va a ser como sacar de la jugada a Omar García Harfuch para abrirle paso a Clara Brugada. Para nada. La enorme diferencia es que lo del ex jefe policial se decidió en Palacio Nacional, y lo de Taboada, aunque también se decidiera en el mismo lugar, tiene otros equilibrios de poderes, otras instancias que frenaron, en este caso, la chicanada que le aplicaron los morenistas en el Congreso de la Ciudad de México el jueves pasado, eso de mandar su solicitud de licencia a la sesión de este martes, con lo que Taboada solicitó la intervención del Tribunal Electoral de la Ciudad de México (TECM) y que les gana.
Precisamente ese fue el enojo de los morenistas, que no contaban con que Taboada acudiría a ese órgano electoral para solicitar su licencia como alcalde, la misma que interpuso ante el Congreso de la CDMX el 29 de noviembre, y en la que solicitaba surtiera efectos a partir del 2 de diciembre. La licencia se debió aprobar como mero trámite el 30 de noviembre, pero no fue así, porque los legisladores de Morena impidieron que el Congreso sesionara ese día.
Pensaron que con eso sacarían de la jugada a Taboada, porque la ley establece que para competir por la Jefatura de Gobierno tiene que separarse del cargo 6 meses antes de la elección, es decir, máximo el 2 de diciembre. Y si no sesionaban ese día, pensaron que Taboada quedaría inhabilitado para competir. Sin embargo, reaccionó bien. Tenía licencia hasta el 30 de noviembre y se cubrió el 1 de diciembre mediante el aviso al Congreso de que se ausentaría de sus funciones. Pero como sabía lo que venía, acudió al TECM para solicitar su licencia el mismo 30 de noviembre. Fue el viernes 1 cuando ese órgano electoral le aprobó la licencia, con lo que quedó habilitado para competir, a pesar de Morena en el Congreso.
El tema sirvió para dos cosas. La primera: ampliar la Jurisprudencia de que las solicitudes de licencia se consideran avaladas cuando las presenta al Congreso, que por eso aprobó ayer la de Taboada retroactiva al 2 de diciembre.
Y segundo, que es el enojo de Morena, que según ellos el Tribunal invadió la esfera del Poder Legislativo de la Ciudad de México y se extralimitó al conceder la licencia a Taboada. Por eso eso impulsaron que se presente una controversia constitucional para que la Suprema Corte de Justicia de la Nación determine si se interfirieron atribuciones del Congreso.
Esto no significa que vayan a analizar si esa licencia de Taboada es procedente o no, eso ya no importa ahora, porque el Congreso ya avaló esa licencia ayer. Lo que busca Morena, nos dijo su coordinadora, la diputada Martha Ávila, es que se dejen muy claras las atribuciones, porque según ellos no es atribución del Tribunal conceder licencia a cargos de elección popular.
Lo que quedó muy claro nuevamente es que Morena de manera absurda y con un costo político para ellos insiste en ponerle piedras en el camino a Taboada, y al final le termina beneficiando, como en este caso y seguramente otros que vendrán. Lo veremos.
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