Desde el arranque del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, directivos de organismos autónomos, algún ministro de la Suprema Corte, empresarios, y ex altos funcionarios gubernamentales agradecieron infinitamente que en su conferencia mañanera hayan sido acusados de huachicoleros, de lavado de dinero, corrupción y otros ilícitos.
Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
Desde el arranque del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, directivos de organismos autónomos, algún ministro de la Suprema Corte, empresarios, y ex altos funcionarios gubernamentales agradecieron infinitamente que en su conferencia mañanera hayan sido acusados de huachicoleros, de lavado de dinero, corrupción y otros ilícitos.
Después de esto, aunque pudieron ser imputados formalmente por algún delito, el hecho de que López Obrador los sentenciara culpables en su púlpito virtual, violaba el debido proceso, por lo que terminarían ganando cualquier proceso judicial en su contra.
Hoy, tal parece que la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, hasta en ello quiere imitar a López Obrador: una autoridad de primer nivel que quizá violentó el debido proceso, con lo que se pone en riesgo hacer justicia en el delito más grave: feminicidio.
De acuerdo con juristas consultados, en su conferencia de prensa del lunes, cuando Sheinbaum dio a conocer información contenida en una carpeta de investigación, pudo romper el debido proceso, a pesar de que se escudó en que la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, que encabeza Ernestina Godoy, le dio “permiso”.
De todas formas, los juristas consultados dicen que se pudo configurar el “efecto corruptor de la investigación”, lo que se traduciría en violación al debido proceso, pues entre otras cosas se rompió la cadena de custodia que se establece en el artículo 95 del Código de Procedimientos Penales capitalino.
Esto, porque Sheinbaum presentó una imagen de la carpeta de investigación contra el imputado Rautiel “N”. Afirmó: “Lo que quiero decirles es que, ella (Ariadna) ya sin vida, es subida a un vehículo por esta persona que se entrega el día de hoy (lunes), y se deposita el cuerpo, se lleva este cuerpo de Ariadna, ya sin vida, a Morelos…”
Desde el mismo arranque de su mensaje, hubo otra expresión de Sheinbaum que podría considerarse como una falta al debido proceso. “El fiscal general de Justicia del Estado de Morelos está encubriendo y tratando de tapar un feminicidio. Presuntos nexos entre el feminicida y la Fiscalía General de Justicia de Morelos”.
Sí, sentenció que ya es un feminicida, sin juicio de por medio, contrario al Artículo 13 del Código Nacional de Procedimientos Penales, en el cual se establece el principio de presunción de inocencia. Dice: “Toda persona se presume inocente y será tratada como tal en todas las etapas del procedimiento, mientras no se declare su responsabilidad mediante sentencia emitida por el Órgano jurisdiccional (que no la titular del Poder Ejecutivo), en los términos señalados en este Código”.
Y tan lo sabía Sheinbaum, que más adelante corrigió y se refirió como “probable feminicida”. El término correcto en este momento procesal, dicen los abogados, es “imputado”.
Ya hay jurisprudencia en casos de violación al debido proceso, como el caso de la francesa Florence Cassez, quien a principios de 2012 fue liberada tras una sentencia que impulsó el ministro Arturo Zaldívar (hoy presidente de la Suprema Corte y muy alabado por AMLO), porque “existieron violaciones… a la puesta a disposición inmediata de la detenida ante el Ministerio Público y a la presunción de inocencia”. Jurídicamente exonerada.
Los errores del lunes de Sheinbaum podrían llevar a que, en este caso, se afecte el juicio penal contra el imputado Rautiel “N” por feminicidio. Ojalá que se haga justicia en este caso y alguien le diga a Sheinbaum y a Ernestina Godoy que cuiden el debido proceso, que es más importante que sus shows mediáticos, con vistas al 2024.
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